SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE ENFERMOS
1.- RITO DE LA UNCIÓN DE ENFERMOS
RITOS INICIALES
SALUDO
La paz del Señor a esta casa y a todos los aquí presentes.
AGUA BENDITA
Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo, que nos redimió con su muerte y resurrección.
MONICIÓN
Queridos hermanos: En el Evangelio leemos que nuestro Señor Jesucristo curaba a los enfermos, que acudían a él en busca de salud. El mismo, que durante su vida sufrió tanto por los hombres, está ahora presente en medio de nosotros, reunidos en su nombre, y nos dice por medio del apóstol Santiago: «¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en nombre del Señor, y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará».
Pongamos, pues, a nuestro hermano enfermo en manos de Cristo, que lo ama y puede curarlo, para que le conceda alivio y salud.
ACTO PENITENCIAL
Hermanos, para participar con fruto en esta celebración, comencemos por reconocer nuestros pecados.
- Tú que por el misterio pascual nos has obtenido la salvación: Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
- Tú que no cesas de actualizar entre nosotros las maravillas de tu pasión: Cristo, ten piedad. R/. Cristo, ten piedad.
- Tú que por la comunión de tu cuerpo nos haces participar del sacrificio pascual: Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R/. Amén.
(Si el enfermo puede confesarse, es conveniente que lo haga en este momento.
También se le puede dar la Bendición Papal, cfr parágrafo 2 de este mismo Capítulo)
LITURGIA DE LA PALABRA
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 8,5-10.13.
Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó, rogándole: -Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.
Jesús le contestó: -Voy yo a curarlo.
Pero el centurión le replicó: -Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y digo soldados a mis órdenes: y le digo a uno «ve», y va; al otro, «ven», y viene; a mi criado, «haz esto», y lo hace.
Al oírlo Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: -Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe.
Y al centurión le dijo: - Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído.
LITURGIA DEL SACRAMENTO
Con humildad y confianza invoquemos al Señor en favor de nuestro hermano N. - Dígnate visitarlo con tu misericordia y confortarlo con la santa Unción. R/. Te rogamos, óyenos.
- Líbralo, Señor, de todo mal. R/. Te rogamos, óyenos.
- Alivia el dolor de todos los enfermos (de esta casa). R/. Te rogamos, óyenos.
- Asiste a los que se dedican al cuidado de los enfermos. R/. Te rogamos, óyenos.
- Libra a este enfermo del pecado y de toda tentación. R/. Te rogamos, óyenos. - Da vida y salud a quien en tu nombre vamos a imponer las manos. R/. Te rogamos, óyenos.
BENDICIÓN DEL ÓLEO
Señor Dios, Padre de todo consuelo, que has querido sanar las dolencias de los enfermos por medio de tu Hijo: escucha con amor la oración de nuestra fe y derrama desde el cielo tu Espíritu Santo Defensor sobre este óleo.
Tú que has hecho que el leño verde del olivo produzca aceite abundante para vigor de nuestro cuerpo, enriquece con tu bendición + este óleo, para que cuantos sean ungidos con él sientan en el cuerpo y en el alma tu divina protección y experimenten alivio en sus enfermedades y dolores.
Que por tu acción, Señor, este aceite sea para nosotros óleo santo, en nombre de Jesucristo, nuestro Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.
(Si el óleo está ya bendecido, dice sobre él una ORACIÓN DE ACCION DE GRACIAS:
- Bendito seas, Dios, Padre todopoderoso, que por nosotros y por nuestra salvación enviaste tu Hijo al mundo. R/. Bendito seas por siempre, Señor.
- Bendito seas, Dios, Hijo unigénito, que te has rebajado haciéndote hombre corno nosotros, para curar nuestras enfermedades. R/. Bendito seas por siempre, Señor. - Bendito seas, Dios, Espíritu Santo Defensor, que con tu poder fortaleces la debilidad de nuestro cuerpo. R/. Bendito seas por siempre, Señor.
Mitiga, Señor, los dolores de este hijo tuyo, a quien ahora, llenos de fe, vamos a ungir con el óleo santo; haz que se sienta confortado en su enfermedad y aliviado en sus sufrimientos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
SANTA UNCIÓN
(El sacerdote, en silencio, IMPONE LAS MANOS sobre la cabeza del enfermo; después toma el santo óleo y unge al enfermo en la frente y en las manos, diciendo una sola vez:)
Por esta santa Unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. R. Amén.
Para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad. R. Amén.
OREMOS.
Te rogamos, Redentor nuestro, que por la gracia del Espíritu Santo, cures el dolor de este enfermo, sanes sus heridas, perdones sus pecados, ahuyentes todo sufrimiento de su cuerpo y de su alma y le devuelvas salud espiritual y corporal, para que, restablecido por tu misericordia, se incorpore de nuevo a los quehaceres de su vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.
(Para uno que está en AGONÍA):
Padre misericordioso, tú que conoces hasta dónde llega la buena voluntad del hombre, tú que siempre estás dispuesto a olvidar nuestras culpas, tú que nunca niegas el perdón a los que acuden a ti, compadécete de tu hijo N., que se debate en la agonía.
Te pedimos que, ungido con el óleo santo y ayudado por la oración de nuestra fe, se vea aliviado en su cuerpo y en su alma, obtenga el perdón de sus pecados y sienta la fortaleza de tu amor.
Por Jesucristo, tu Hijo, que venció a la muerte y nos abrió las puertas de la vida y contigo vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.
PADRE NUESTRO
Y ahora todos juntos invoquemos al Señor con la oración que el mismo Cristo nos enseñó: Padre nuestro….
BENDICIÓN
-Que Dios Padre te bendiga. R/. Amén.
-Que el Hijo de Dios te devuelva la salud. R. Amén.
-Que el Espíritu Santo te ilumine. R/. Amén.
-Que el Señor proteja tu cuerpo y salve tu alma. R/. Amén.
-Que haga brillar su rostro sobre ti y te lleve a la vida eterna. R/ Amén.
-Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo. R/. Amén.
2.- BENDICIÓN PAPAL
(El sacerdote invita al enfermo a arrepentirse de sus pecados. Si es posible, le confiesa y posteriormente le da la Bendición Papal.)
En nombre de nuestro Santo Padre, el Papa N., te concedo indulgencia plenaria y el perdón de todos tus pecados. En el nombre del Padre, + y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
3.- RECOMENDACIÓN DEL ALMA O ENTREGA DE LOS MORIBUNDOS A DIOS
Alma cristiana, al salir de este mundo, marcha en el nombre de Dios Padre todopoderoso que te creó; en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que murió por ti; en el nombre del Espíritu Santo, que sobre ti descendió.
Entra en el lugar de la paz y que tu morada esté junto a Dios en la Patria celestial, con Santa María Virgen, Madre de Dios, con San José y todos los Ángeles y santos.
O bien
Querido (-a) hermano (-a), te entrego a Dios, y como criatura suya te pongo en sus manos, pues es tu Hacedor, que te formó del polvo de la tierra. Y al dejar esta vida, salgan a tu encuentro la Virgen María y todos los Ángeles y Santos.
Que Cristo, que sufrió muerte de cruz por ti, te conceda la libertad verdadera. Que Cristo, Hijo de Dios vivo, te aloje en su Paraíso. Que Cristo, Buen Pastor, te cuente entre sus ovejas. Que te perdone todos los pecados y te agregue al número de sus elegidos. Que puedas contemplar cara a cara a tu Redentor y gozar de la visión de Dios por los siglos de los siglos. Amén
O bien
Señor Jesús, Salvador del mundo, te encomendamos a N. y te rogamos que lo (la) recibas en el gozo de tu reino, pues por él (ella) bajaste a la tierra. Y aunque haya pecado en esta vida, nunca negó al Padre, ni al Hijo ni al Espíritu Santo, sino que permaneció en la fe y adoró fielmente al Dios que hizo todas las cosas.
A continuación, se puede rezar la SALVE
4.- SI ACABA DE FALLECER
V./ Venid en su ayuda, santos de Dios. Salid a su encuentro, Ángeles del Señor.
R./ Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo .
V./ Cristo, que te llamó, te reciba, y los Ángeles te conduzcan al regazo de Abraham.
R./ Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo .
V./ Dale, Señor el descanso eterno, y brille para él (ella) la luz perpetua.
R./ Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo .
Oremos. Te pedimos, Señor, que tu siervo (-a) N., muerto (-a) ya para este mundo, viva para ti, y que tu amor misericordioso borre los pecados que cometió por fragilidad humana. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén