RITO DE LA PENITENCIA
El penitente dice el saludo acostumbrado y se santigua. El sacerdote dice:
V . El Señor esté en tu corazón para que te puedas arrepentir y confesar humildemente tus pecados.
El sacerdote o el penitente pueden leer o decir de memoria una cita de la Sagrada
Escritura sobre la misericordia divina y la penitencia, p. ej.:
R . Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero (Jn XXI, 17).
El penitente se acusa de sus pecados. El sacerdote le da los consejos oportunos, le impone la penitencia y le invita a la contrición. El penitente puede decir, p. ej.: R . Jesús, Hijo de Dios, apiádate de mí, que soy un pecador.
V . Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y
YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL
HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. R . Amen.
V . La pasión de nuestro Señor Jesucristo, la intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de todos los santos, el bien que hagas y el mal que puedas sufrir, te sirvan como remedio de tus pecados, aumento de gracia y premio de vida eterna.
Vete en paz.