Inmaculada Concepción

8 de Diciembre

La festividad es celebrada con gran énfasis entre los católicos en la actualidad pero es una solemnidad oficialmente muy reciente. Los primeros indicios de su celebración aparecen en Oriente entre los siglos VII y VIII. Tarda en llegar al occidente europeo, hasta que encontramos la festividad en el calendario litúrgico de Roma en 1476. La Concepción Inmaculada de María fue finalmente solemnemente declarada como verdad de fe definida por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Veinticinco años después, el Papa León XIII elevó la fiesta a la máxima categoría litúrgica. La fecha elegida está en relación con el 8 de septiembre, la fiesta de la Natividad de la Virgen. Entre la Inmaculada Concepción y la Natividad se da, por tanto la misma dependencia que entre la Anunciación del Señor y la Navidad.

Información

Otra denominación: Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, Purísima Concepción

Festividad: 8 de Diciembre

Patrona de: España, Argentina, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Filipinas, Japón, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Venezuela

Elogio: La festividad es celebrada con gran énfasis entre los católicos en la actualidad pero es una solemnidad oficialmente muy reciente. Los primeros indicios de su celebración aparecen en Oriente entre los siglos VII y VIII. Tarda en llegar al occidente europeo, hasta que encontramos la festividad en el calendario litúrgico de Roma en 1476. La Concepción Inmaculada de María fue finalmente solemnemente declarada como verdad de fe definida por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Veinticinco años después, el Papa León XIII elevó la fiesta a la máxima categoría litúrgica. La fecha elegida está en relación con el 8 de septiembre, la fiesta de la Natividad de la Virgen. Entre la Inmaculada Concepción y la Natividad se da, por tanto la misma dependencia que entre la Anunciación del Señor y la Navidad.

Historia

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica decretado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo, recogiendo de esta manera el sentir de dos mil años de tradición cristiana al respecto. Se celebra el 8 de diciembre, nueve meses antes de la celebración de la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre.

No debe confundirse este dogma con la doctrina del nacimiento virginal de Jesús, que sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de varón mientras que María permaneció virgen antes, durante y después del parto.

Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia católica contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María desde el momento de su concepción de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, quien también es Dios. La doctrina reafirma con la expresión «llena de gracia» (Gratia Plena) contenida en el saludo del arcángel Gabriel (Lc. 1,28), y recogida en la oración del Ave María, este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.

 

Pasaje bíblico (Lc 1, 26-38)

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.